Uno de los secretos mejor guardados de Don Andrés de Madariaga, la cava que se asemeja a las antiguas cavas monásticas de la Edad Media, resguardó durante mucho tiempo las mejores reservas de vino provenientes de la Europa del sigo XVII. Un lugar de culto y celebración al cual solo podían ingresar las personas invitadas por el Conde en persona.
Después de más de dos siglos escondida, este místico lugar ha sido testigo de bodas y celebraciones realizadas por el Hotel y sirve aún como resguardo para los platos y vinos más representativos del Restaurante Mardeleva..